C'est moi



Je veux de l'amour, de la joie, de la bonne humeur... découvrir ma liberté... bienvenue dans ma realité.

lunes, 31 de agosto de 2009

Singing in the rain

Nunca me ha gustado la lluvia. Por lo general no me gusta mojarme, que se ondule mi rebelde pelo, que se ensucien mis largos pantalones y que se afloje mi entallada ropa. Cuando llueve prefiero estar en casa, tapada hasta la nariz, con un chocolate caliente en la mano y una buena película en la televisión mientras las gotas escurren por mi ventana. Sin embargo, en circunstancias muy específicas, una noche lluviosa puede ser el escenario perfecto para una gran experiencia. La lluvia puede representar un momento de purificación, una limpieza total que marca un nuevo comienzo, un espacio en el tiempo que invita a la tranquilidad, a dejar que el agua deslice por el cuerpo y se lleve todo lo malo que hay en él. Además, si este momento climático se acompaña de lágrimas amargas, la lluvia sirve para disimularlas; gotas tristes y gotas de esperanza que se mezclan para recordarnos lo maravilloso de la vida, del amor, de la amistad, de una canción especial, de un abrazo, de un beso… de un bello momento.

Bailar, saltar, gritar, reír, llorar, cantar… hacerlo bajo la lluvia le da un nuevo sentido a la acción, le inyecta una energía especial, le impregna un sentimiento intenso, lo hace algo inolvidable. La ropa mojada que se pega al cuerpo, las manos que se resbalan al querer sujetar a alguien más, los pies que sucumben ante el resbaloso suelo… todo, absolutamente todo se conjuga para crear un atmósfera única, especial, ligera, llena de buena vibra y despreocupada de la posible pulmonía.

El viernes pasado bailé bajo la lluvia, reí bajo la lluvia, canté bajo la lluvia, lloré bajo la lluvia y, lo más importante, amé bajo la lluvia. Un grupo de amigos, de hermanos, entrelazamos los brazos y los corazones en un cántico desenfrenado que servirá de guía, de faro de esperanza, de asidero y fuerte punto de apoyo para los próximos días de tristeza. La lluvia inauguró una nueva etapa en una amistad que ya muchas veces ha probado ser invencible. Ahora se avecina un nuevo reto, un nuevo obstáculo, una nueva separación, una distancia que nunca antes había existido entre nosotros. Pero, al mismo tiempo, la lluvia selló un pacto, una promesa de retorno, un juramento inquebrantable y una unión más fuerte que nunca.

Nunca me ha gustado la lluvia… nunca, salvo esa noche en que se transformó en la protagonista de nuestra noche, la garantía de la diversión, la confirmación de que nada puede vencernos y la seguridad de que siempre estaremos juntos.

We’re singing in the rain.



1 comentario:

  1. Bruscamente la tarde se ha aclarado
    porque ya cae la lluvia minuciosa
    cae o cayó, la lluvia es una cosa
    que sin duda sucede en el pasado.
    BorGGGes
    NICE Dess! jajaja

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